El humanismo en el coaching – Entrevista con el coach de éxito Michael Löhner
por Christian Roth (contenido y fotos)
Durante más de 50 años, Michael Löhner ha acompañado a empresarios, ejecutivos, políticos y empresas, ayudándoles a ser mejores en su trato con los demás. Basándose en la visión humanista del ser humano, sus formaciones potencian las habilidades de persuasión, la resolución de problemas y la confianza en el trato con interlocutores privados y profesionales. OnLocation se ha reunido con el oriundo de Braunschweig para una entrevista y hablar con él acerca de la gestión, la cultura de liderazgo y el sentido del coaching en los puestos de dirección.
ON LOCATION: Michael, cuentas con años de experiencia en consultoría y coaching. ¿Por qué los directivos y empresarios necesitan un coach?
Michael Löhner: Los directivos necesitan un coach si creen que aún pueden mejorar su día a día. Siempre hay cabida para mejorar el intelecto y el razonamiento, la forma en que manejo mis pasiones y mi autocontrol, mi sistema ético-moral. En los roles sociales y en nuestro comportamiento aún estamos por debajo del potencial. Me baso en la célebre frase ”nunca vivas por debajo de tu nivel”. El coach, por consiguiente, es un consultor de desarrollo personal.
Eres autor de la afirmación: “hay que crecer en el trato con los demás“. ¿Sigue siendo cierta?
El valor añadido de una relación es, sobre todo, que consigues una evaluación de ti mismo más realista a través de otra persona, porque el conocimiento de la naturaleza humana es siempre del tú al yo. Todos somos compañeros de comunicación, todos somos compañeros de relación. Se trata de una gran oportunidad en la que me reconozco y a través de la cual quizás llegue a otras dimensiones. Y eso se puede optimizar. Puedes conseguir que la gente sea más sensible, según el lema de Wittgenstein: “Solo se ve lo que se sabe“. Y por supuesto, si no sabes reconocer la personalidad, sí, entonces tampoco podrás verla. La mayoría de los directivos a los que imparto coaching muestran déficits evidentes. Viven por debajo de su potencial. Si fueran conscientes de ello, podrían sacar mucho más partido a las dimensiones de su personalidad: social, racional, emocional, espiritual. Pero la mayoría de la gente no aprende esto en la escuela.
¿Qué le parece el boom que experimentan los coach en la actualidad?
Para mí es una evolución natural. Con la pandemia del coronavirus se ha perdido mucha confianza en las autoridades que nos orientaban, como los políticos y los médicos. La situación actual es que la gente tiene cada vez más problemas de orientación. “¿Por qué estoy aquí? ¿Qué quería hacer? ¿Cuál es mi lugar en la empresa? ¿Cómo tengo que tratar con los directivos? Cada vez se tienen más preguntas para las que no hay respuesta. Y así, en términos humanistas, se trata de la falta de ética que se hace cada vez más evidente, o en términos prácticos: quien tiene un por qué, aguanta todos los cómos. Pero es este “por qué” el que nos falta en el trabajo y en la vida. Es entonces cuando las personas recurren a los profesionales que son capaces de ofrecerles orientación. No para dársela, sino para activarla, para que la gente tenga su por qué y su cómo. El coach tiene la tarea de desarrollar esta capacidad en las personas para que tengan más seguridad. Y por eso la necesidad de este tipo de figura es cada vez mayor
¿Qué enfoque sigues y por qué crees que es el correcto?
Porque el enfoque correcto se orienta hacia una realidad clara y bastante completa. ¿Qué es el ser humano? ¿Qué puede hacer? ¿Qué podría conseguir? Todo esto se describe firmemente en las dimensiones de la personalidad de una persona. El coaching humanista, este coaching holístico de la personalidad, tiene naturalmente más posibilidades de hacer que las personas sean más felices y estén más contentas que si solo se valorara una dimensión, como las técnicas de respiración, la espiritualidad o la terapia de movimiento. El coaching orientado hacia el humanismo abarca todas las dimensiones.
¿Cómo te convertiste en coach?
Bueno, tengo la educación clásica: filosofía, psicología y muchas otras cosas. Y he celebrado muchos seminarios. A partir de estos seminarios llevé a cabo formaciones individuales en las que se formó a las personas en las dimensiones individuales. Lo hice durante años hasta que un día leí en el periódico que eso se llamaba coaching. Tu formación era académica y te dijiste: “Puedo aprender algo, pero para ser realmente bueno, empezaré a enseñarlo“. Si entendemos el aprendizaje como el cambio de comportamiento basado en la experiencia, se puede plantear la pregunta: ¿cómo aprende realmente una persona? Por cierto, esto lo he trabajado en uno de mis libros (Unternehmen heisst Lernen). Así se acaba con los métodos clásicos: la imitación, el ensayo y error, el condicionamiento y luego el truco que ancla profundamente el conocimiento y el comportamiento, la enseñanza. En el momento en que enseño algo y pongo a otra persona en la situación de poder hacerlo, me concentro tanto que cambio automáticamente. Y por eso creo que no es necesario saber hacer lo que se enseña, sino que hay que saber enseñarlo; es entonces cuando se convierte en algo propio
¿Cuándo empezaste a ejercer de coach?
Hace exactamente 52 años. Siempre me ha acompañado. Crecí en un monasterio y el trato con la gente siempre fue algo que me fascinó.
¿En qué monasterio, si se puede saber?
Estuve en el Aloisiuskolleg Bad Godesberg, un monasterio jesuita. Me parece muy interesante. Sin duda, la meditación y el tiempo para uno mismo debían estar a la orden del día.Personalmente, la meditación me parece muy poderosa. Meditación viene de “e medium ire“, que significa “ir al centro de mí“. El pensamiento tiene la capacidad de modificar físicamente el cerebro. Se produce un cambio material en la mente. Sobre la entrada de la mente en el humanismo, hay que decir que todo lo que se llena de atención en la personalidad se hace grande porque el cerebro se forma en consecuencia. En última instancia, se trata de controlar el propio pensamiento. Por lo tanto, pienso lo que quiero pensar y no lo que me “va apareciendo“. Con el control sobre el propio pensamiento, uno puede avanzar enormemente.
¿Quiénes han sido sus clientes en los últimos 10 o 20 años?
Bueno, la mejor pregunta sería: ¿quiénes no lo han sido? He volado por todo el mundo e impartido seminarios sobre liderazgo en Singapur y coaching de equipos en Shangái. Mi grupo objetivo fueron en primer lugar las empresas del DAX, especialmente los miembros del consejo de administración. Y entonces recibí muchas peticiones de la industria de las start-ups para formar a un equipo que trabajara bien en conjunto, que supiera lo que significaba eso y cómo podían hacerlo. También introduje la regla religiosa en los conventos con las monjas. Ventas, liderazgo, escuelas. Después de 50 años, has estado en todas partes o ya no estás. He trabajado con muchos políticos y artistas en el coaching individual.
¿Cómo se puede saber si alguien ha desarrollado sus habilidades sociales?
Cuando alguien se da cuenta de que puede gestionar mejor las resistencias emocionales y racionales y de que sus planteamientos anteriores eran inadecuados. Es en esta comprensión cuando reconoce su desarrollo social. Las solicitudes más recientes han sido: ¿puedo mejorar mi autoridad natural? ¿Puedo aprender a obtener un apoyo mayoritario a mi propia opinión entre los demás? De ahí surge el término: autoridad natural, un aura que hace que los demás te sigan voluntaria y respetuosamente. Y eso se puede aprender.
¿Cómo ha cambiado el negocio del coaching en los últimos años?
Lo que ha cambiado es que la gente es cada vez más prescriptiva en su enfoque de los problemas individuales: ¿cómo puedo generar creatividad? ¿Cómo puedo encontrar ejemplos de aplicación en mi mente? En el coaching orientado a las relaciones: ¿cómo puedo retener a alguien que quiere irse desesperadamente? ¿Cómo me aseguro de que se vaya alguien que desea desesperadamente quedarse? ¿Cómo me aseguro de que venga alguien que todavía no sabe que quiere quedarse? Todos estos son casos especiales para mí. Incluso hay sesiones de coaching sobre “¿Cómo se come con palillos en Pekín?“. Así que el coaching se ha ido adaptando a una situación de necesidad particular. Mientras que el enfoque que yo adopto se centra en una visión holística y humanista del ser humano, estos casos se han vuelto más infrecuentes. Se miran los casos individuales en sus emociones o donde sea. Eso ha cambiado.
Como empresario, ¿cómo se puede convencer a los directivos de que un mayor desarrollo es la base absoluta del éxito?
Hablando primero de las consecuencias del no desarrollo y de la reducción del potencial y las formas de desarrollo que ello conlleva. La motivación es: no vivas por debajo de tu nivel, no vivas por debajo de tu potencial. Desarróllate siempre que sea posible, en tu propio beneficio y en el de los demás. Habría que decir, especialmente a los líderes, en la situación actual: sin la capacidad y la voluntad de construir campos de confianza, el liderazgo nunca es posible.
Tengo otra pregunta. Una vez dijiste la siguiente frase: “¿quieres ser un vendedor o quieres generar confianza?“. ¿Podrías explicarlo con más detalle?
No se trata de una contradicción. De hecho, son sinónimos. La confianza es lo que sigue a la comprensión. Y cuando una persona se siente comprendida, puede desarrollar la confianza. Por supuesto, esto se aplica tanto en el puesto de gerente como en el de vendedor. Quiero influir sobre los demás en mi beneficio, positivamente por supuesto. Para ello, tengo que estar cerca de ellos. Tengo que entenderlos, comprender sus intenciones, sus principios, sus necesidades, sus objetivos, su personalidad. Y cuando sienten que les entiendo, entonces la confianza, ya sea para las ventas o para el liderazgo o para el trabajo en equipo, surge de forma natural. De todos modos, la confianza es un concepto central en este momento. Porque dentro de la competencia de contenidos, la gente siente naturalmente que estamos acostumbrados a tratar con personas. Todo lo que hacemos sigue básicamente un interés relacional. Y cuando percibo eso, creo una relación de calidad a través de la confianza. Se trata de la resolución de problemas, porque con esta base se puede discutir y comprender todo mejor.
¿Te gustaría concluir con alguna recomendación para los lectores?
Por supuesto, me gustaría transmitirles el mensaje central del humanismo: que las personas sean mejores en su trato con los demás. Este debería ser el objetivo de cada encuentro. Deseo lograr que seas mejor, y espero que a través de tí, yo también sea mejor.
Muchas gracias. Yo también lo espero.
Jetzt habe ich noch eine Frage. Du hast einmal folgenden Satz gesagt: „Möchtest du Verkäufer sein, oder möchtest du Vertrauen aufbauen?“ Kannst du das bitte näher erläutern?
Ich sehe darin überhaupt keinen Widerspruch. Das ist fast synonym. Vertrauen folgt dem Verstehen. Und wenn ein Mensch sich verstanden fühlt, kann er Vertrauen entwickeln. Das gilt natürlich sowohl für die Führungskraft als auch für den Verkäufer. Ich will Menschen in meinem Sinne, natürlich positiv, beeinflussen. Dazu muss ich ihnen nahe sein. Ich muss sie verstehen, in ihren Absichten, in ihren Grundsätzen, in ihren Bedürfnissen, in ihren Zielen, in ihrer Persönlichkeit. Und wenn sie spüren, dass ich sie verstehe, dann entsteht das Vertrauen, ob nun für Verkauf oder für Führung oder für Teamarbeit, von selbst.
Vertrauen ist im Moment sowieso ein zentraler Begriff. Weil die Leute innerhalb der inhaltlichen Kompetenz natürlich spüren, dass wir immer mit Menschen reden. Alles was wir tun, folgt prinzipiell einem Beziehungsinteresse. Und wenn ich das wahrnehme, dann gestalte ich durch das Vertrauen eine Beziehungsqualität. Diese ist problemlösend, da sich mit dieser Grundlage alles besser erörtern und klären lässt.
Möchtest du abschließend den Lesern noch etwas mitgeben?
Natürlich die zentrale Botschaft des Humanismus: „Wir wollen, dass Menschen im Umgang miteinander größer werden.“ Und das sollte in jeder Begegnung eigentlich oben schweben. Ich möchte dich größer machen und ich hoffe, dass ich durch Dich auch größer werde.
Vielen Dank. Das hoffe ich auch.